Cuáles son las alergias alimenticias más habituales

Una alergia alimentaria es causada cuando su sistema inmunitario piensa erróneamente que ciertos alimentos son una amenaza para su cuerpo. Una intolerancia alimenticia no acostumbra a afectar al sistema inmunológico. Un caso excepcional puede ser la celiaquía que siendo una intolerancia al gluten, sí afecta al sistema inmunológico. No existe solución para las alergias alimentarias, el único tratamiento es eludir de forma rigurosa el alimento que la produce. Para una persona con alergia alimentaria, el mayor inconveniente es saber si un alimento contiene el elemento alérgeno que le afecta. Por su parte, la intolerancia alimenticia se debe a una deficiencia química, frecuentemente a la carencia de una enzima concreta, y causa inconvenientes digestibles. Un ejemplo de este problema es la intolerancia a la lactosa.

Una alergia alimenticia es una respuesta del sistema inmunitario, que trata erróneamente a las proteínas de los alimentos como si fuesen una amenaza para el sistema. Después de consumir sólo una pequeña porción de los alimentos, simbolos alergenos alimentarios una alergia puede provocar rápidamente síntomas típicos como el sarpullido, picores y problemas para respirar.

En los adultos, los alimentos más corrientes entre los que ocasionan reacciones alérgicas son los mariscos como camarones, cangrejos de río, langosta y cangrejo; maní (una legumbre que es uno de los principales alimentos que causa la anafilaxia severa, una caída repentina en la presión arterial que puede ser mortal si no se trata rápidamente); nueces; pescado; trigo; soja y huevos. En los niños, el patrón es algo diferente. Los alérgenos alimenticios más corrientes que producen problemas en los niños son los huevos, la leche y los cacahuetes. A veces, los niños al crecer superan las alergias alimentarias, mientras que los adultos no las pierden. Es más probable que los niños superen las alergias a la leche o la soja que las alergias a los cacahuetes, el pescado o el marisco. Los productos alimentarios a los que los adultos o niños son sensibles son aquellos alimentos que consumen con frecuencia. En Japón, por ejemplo, las alergias al arroz son más habituales, mientras que en Escandinavia, son más frecuentes las alergias al bacalao.

Los efectos de una alergia alimenticia pueden afectar a diferentes áreas del organismo al mismo tiempo. Algunos efectos comunes incluyen una sensación de picazón dentro de la boca, garganta u oídos; un sarpullido con picores o urticaria; inflamación de la cara, ojos, labios, lengua y paladar; vómitos. Los expertos no siempre y en toda circunstancia saben por qué razón alguien desarrolla una alergia alimenticia en la edad adulta, mas según algunos datos las personas con eccema, asma o alergias estacionales parecen ser más propensas que otras personas a padecerlas.

Cantidades pequeñísimas de ciertos alérgenos, como las nueces, pueden ocasionar reacciones adversas en personas que tienen alergias alimentarias, incluyendo un shock anafiláctico que puede ser potencialmente mortal. Por tanto, es importante que los productos alimentarios estén meridianamente etiquetados y se adhieran a las directrices de la industria para asegurar que los usuarios están correctamente informados y pueden tomar las decisiones correctas a la hora de adquirir comestibles con ingredientes alergénicos.

Para las personas con una alergia o bien intolerancia alimentaria, los platos que poseen los alimentos a los que reaccionan son “inseguros”. Por ende, las compañías deben asegurarse de que proporcionan a las personas con alergias o intolerancias alimentarias la información que precisan sobre si el alimento al que reaccionan está contenido en un determinado plato. Si alguien te pregunta si un plato contiene una comida determinada, jamás debes adivinar la contestación. Descubra la información que el cliente del servicio quiere y déjele decidir si puede comer el alimento.

Como mínimo, las compañías deben asegurarse de que su personal conoce los procedimientos y las políticas relacionadas con la información sobre alérgenos. Todo el personal debe recibir algún tipo de formación referente a la gestión de alérgenos.